Todos ellos son fruto de la herencia recibida por las diferentes culturas que a lo largo de los siglos han pasado por este enclave del mediterráneo y del mimo con que los ilicitanos han sabido guardar tan generoso legado que sigue vigente en cada rincón de la ciudad, otorgándole un sello de identidad cultural único.
El Palmeral, con sus más de 200.000 ejemplares de palmeras, se configura como un paisaje único en Europa y ejemplo claro de conservación de espacios naturales integrados en la ciudad.
El Misteri d’Elx recibió la distinción de la UNESCO como Patrimonio Oral e Intangible. Este drama sacrolírico se remonta al s.XIII, y se continúa representando de forma ininterrumpida hasta hoy gracias al empeño de todo un pueblo que ha mantenido viva esta tradición cultural.
El Museo Escolar de Pusol nació como un proyecto pedagógico y hoy se ha convertido en un trozo de la historia del Campo de Elche, sus tradiciones, oficios y costumbres traído a nuestro tiempo para que los nuevos ciudadanos conozcan sus raíces. Gracias al esfuerzo empleado a lo largo de varias generaciones este museo ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.
Además de su rico patrimonio, Elche destaca por ser una ciudad moderna y dinámica con una importante industria zapatera que destaca a nivel mundial por su calzado de gran calidad y diseño. Una ciudad de servicios, orientada al comercio y siempre dispuesta a mostrar todo su encanto al visitante que será acogido como en su propia tierra.